Ragna Debats en el Manaslu Mountain Trail
Esta misma mañana, nuestra embajadora Ragna Debats ha partido rumbo a Kathmandu para enfrentarse a una carrera que, aunque competitiva y que concentrará a algunas de las mejores corredoras del mundo, tendrá para ella un marcado carácter de aventura existencial. Luchará por el podio, por supuesto, pero entre sus objetivos principales también está desconectar y disfrutar de un entorno mágico de los que animan a encontrarse a uno mismo.
El Mansalu Mountain Trail, en el Nepal, es una prueba de trail running que se aleja mucho de lo común. Y mucho. La primera de sus peculiaridades es que consta de 9 etapas de las cuales sólo 7 son competitivas. De hecho, en uno de esos dos días no competitivos que tendrán lugar tras las 5 primeras etapas, no es ni siquiera obligatorio salir a correr, sino que la organización aconseja fuertemente hacer una ascensión de 1000 metros para ver uno de esos lugares que la mayoría de los humanos de a pie sólo veremos, y con suerte, en foto. El segundo día sí que se exige completar el recorrido, pero como hay pasos técnicos a más de 5000 metros de altura, la organización consideró que quizás era demasiado arriesgado y prefirió no añadir el premio que supone conseguir un buen puesto.
Ese lugar al que se aconseja ascender durante la etapa que llaman de “descanso activo” (un descanso de 1000 metros positivos…) sólo será una de las maravillas que Ragna encontrará durante el recorrido. La organización lo sabe muy bien, y por ello ha sido nuevamente original en la normativa: ha marcado algunas zonas como “puntos de interés” (santuarios, templos, monasterios…) y ha decidido que, cuando un atleta llega a ellas, el crono debe de pararse para él y no volver a reanudarse hasta que decida dejar el lugar y seguir. Wow. Ragna confiesa que, aunque le corte el ritmo, querrá disfrutar de lugares mágicos que muy probablemente sólo verá una vez en la vida.
Sólo serán 60 los afortunados corredores que puedan disfrutar de esta prueba. Esta limitación se debe a que la logística en esas zonas es realmente complicada. Por ejemplo, desde la salida de una etapa hasta la llegada, la comida, la ropa y los sacos de dormir de los corredores serán transportados en mulas llevadas por sherpas de la zona (¡seguro que agradecerán bastante que las barritas de Vicens Sport que utilizará Ragna en esta aventura concentren tanta energía natural en un peso y tamaño tan reducido! 😉 ). Las infraestructuras también son demasiado escasas para acoger a más corredores.
Esta será una de las raras veces en las que Ragna viajará sin su familia y para colmo, no tendrá acceso a ningún tipo de conexión: ni internet ni telefonía móvil. No será fácil, pero seguro que será una experiencia inolvidable. ¡Que la disfrutes mucho, Ragna!